La agencia acompaña y asesora a las empresas extranjeras durante todas las fases de sus proyectos, a la hora de buscar socios, los proveedores más competitivos o la última tecnología que necesitan para establecerse en Cataluña.
Colabora con entidades empresariales locales e internacionales para sumar sinergias y conseguir que la empresa catalana disponga de un abanico más amplio de instrumentos para crecer en competitividad.
[6] Por su parte, las startups son también una prioridad por la agencia pública, no solo por sus proyectos disruptivos que impactan sobre el tejido empresarial catalán, sino también porque son una fuente de innovación para empresas de mayor envergadura.
[7] En definitiva, Acció debe adaptarse a todo el ecosistema empresarial catalán, convirtiéndose en el mejor acompañante para la empresa.
[9] La primera oficina de Acció en el extranjero se abrió en Tokio en 1988.