Desde 1992 y gracias al esfuerzo de la familia Artiñano Ortiz, dueños de los terrenos aledaños a la pista, adecuaron el hangar en el cual guardaban su avión, para poder dar el servicio de terminal aérea a los turistas que visitan la región.
Antes de esto los turistas debían esperar sus vuelos en una casita pegada a la cabecera de pista y esto hacia las operaciones peligrosas cuando las condiciones climatológicas se volvían adversas.
Ahora se cuenta con una terminal aérea llamada "Hangar Uno".
Sirve de Hub secundario para la aerolínea local Sansa y Aerobell.
Ofreciendo vuelos regulares y chárter a nivel nacional.