Desde chico se ganaba la vida entre el teatro y como vendedor de artículos para bebés.
Entonces, Ghio le dijo "no te acuestes tarde que mañana tenemos dos funciones y está todo vendido; yo me voy para casa".
[5] En el caso hubo varios desperfectos ya que la jueza Aristarain, encargada del caso declaró que no había pruebas suficientes para condenar a los dos policías, y el chofer del patrullero fue condenado a dos años de prisión en suspenso.
[6] Disconforme por considerar injusto el fallo, su esposa llegó a escribirle al presidente la república de aquel momento, Carlos Menem, para exigir justicia.
En 2008 se le concedió el Premio Podestá a la trayectoria honorable post mortem.