[1] Se tiene constancia de que a los 20 años pertenecía a un gremio y tenía taller propio.
En sus inicios se dedicó a la imaginería religiosa, y realizó diversas tallas para el convento de Santa Catalina de Barcelona.
En 1809 se exilió a Mallorca a causa de la invasión francesa, donde abrió un taller de estatuaria y mobiliario.
Realizó diversas imágenes, crucifijos y ornatos para las catedrales de Palma de Mallorca e Ibiza, así como para diversas parroquias mallorquinas y la Cartuja de Valldemosa, donde confeccionó un San Bruno conservado actualmente en la Catedral de Palma.
De vuelta a Barcelona, entre 1822 y 1823 elaboró el grupo de los Santos Justo y Pastor para la iglesia homónima.