Como deportista amateur que sentía pasión por su club, sólo jugó con la camiseta de Tigre, disputando 346 encuentros y convirtiendo 51 goles, a lo largo de 16 temporadas consecutivas en la máxima categoría.
Puntero derecho de contextura robusta, aunque veloz, hábil, y de suprema resistencia física, colocaba precisos centros para sus compañeros de ataque Juan Haedo y Pedro Boide que reventaban las redes rivales.
El partido se jugó en el Estadio GEBA y terminó con triunfo por 1-0.
Además, en esos años militaba como dirigente y canchero.
Una vez retirado, siempre permaneció junto al club, asistiendo a todos sus partidos.