Adjuración es una especie de excomunión pronunciada contra los animales.
Es lo que se llama más comúnmente exorcismo.
Esta palabra se deriva del latín adjurare, conjurar, solicitar con instancia y se ha llamado también fórmula del exorcismo, porque, casi siempre está concebida en estos términos: Adjurote spiritus inmunde, per Deum vivum, ut, etc.
En el diccionario de jurisprudencia se ha vituperado a los curas que hacen adjuraciones o exorcismos contra las tempestades y contra los animales dañinos.
Diccionario de derecho canónico, Michel André, 1847