La adhesión de Suecia a la OTAN se refiere al proceso que llevó a la membresía de dicho país en la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
[2] Una versión modificada ahora califica la no alineación en paz para una posible neutralidad en la guerra.
Específicamente, el concepto cuenta con tres dimensiones: política (estrategia), operativa (capacidades) o industrial (equipos).
[7] Este enfoque ha ganado terreno tras el Brexit mientras la UE buscaba una respuesta a la relativa crisis del multilateralismo, la creciente competencia entre China y Estados Unidos, el potencial agitador de Rusia y los diversos conflictos latentes en la vecindad de la UE.
«Estamos entrando en una nueva era de hipercompetitividad», dijo, y sugirió que Europa se convierta en «un jugador global más activo».