Inmediatamente tras su ascensión, Federico convirtió a Moltke en Lord Chambelán y le colmó de títulos de favor, convirtiéndole en consejero privado, conde y concediéndole varias haciendas, entre ellas Bregentved.
Como compañero del rey, la influencia de Moltke creció hasta el punto que los diplomáticos extranjeros declaraban que «podía nombrar y destituir ministros a voluntad».
Su mayor mérito, sin embargo, fue la tutela que ejerció sobre el rey.
El nuevo rey, Cristián VII, no le soportaba, y exclamó, en referencia a su desgarbada figura: «Es cigüeña por debajo y zorro por encima».
Sus memorias, escritas en alemán y publicadas en 1870, poseen una importancia histórica considerable.