Acueducto de Chihuahua

La obra fue comenzada hacia el año 1751 por órdenes del entonces virrey, Antonio María de Bucareli y Ursúa, el conde de Revillagigedo, llevando hasta la entonces lejana población las aguas del río Chuvíscar.

Sus antecedentes se remontan a 1706, año en que se realiza la primera conducción de agua del río hacia la Hacienda de Nuestra Señora de la Regla, a un costado de la actual plaza Merino, propiedad del Sargento Mayor Antonio de Trasviña y Retes, a donde se conducía el agua en canoas de madera preparadas sobre pilares para tal función.

Fueron los maestros de obra Cristóbal de Villa y Agustín Guijarro quienes dirigieron los trabajos del primer tramo logrando dotar de agua en 1768 a los suburbios de la villa al poniente.

Hacia 1829 se tienen registradas obras de ampliación y ramificación aprobadas por Cabildo Municipal, mientras en 1882 durante el gobierno de Luis Terrazas inicia la instalación de tubería metálica que se fue extendiendo paulatina y constantemente hasta conformar las redes actuales.

Al mismo tiempo, las acequias de cal y canto, pilas y fuentes fueron desapareciendo, quedando únicamente el acueducto principal que seguía trasportando agua aún en 1969 desde la colecta inicial hasta la planta tratadora de filtros.