Activos Digitales Humanos

Los activos digitales solo son accesibles con un programa adecuado, y ser almacenados en un dispositivo físico habilitado para ser contenedor o en la nube para lo cual es imprescindible tener acceso a internet, y en la mayoría de casos un perfil de usuario, o cuenta de mail, que permita constatar la propiedad.

Comprende desde nombres de usuario que creamos en cuentas de mail, redes sociales o páginas web, así como los acceso mediante número telefónico vinculado a smartphone que permiten acceder al espacio digital.

Donde conectamos, qué visitamos, con qué contenido interactuamos, con cual menos o nada; así como el resultado directo de publicar, valorar o generar una acción que comprende desde aceptar la política de privacidad y cookies a compartir o comentar contenido.

Los Activos Digitales Humanos tienen otra característica propia del ámbito digital, una vez creados son accedidos por otras personas (post que son comentados cuando no estamos prestando atención y pueden generar diálogos lejos de nuestro control), o con bots, sistemas de inteligencia artificial o machine learning, que supone un porcentaje cercano a la mitad del global en internet.

[2]​ Ejemplos, como el del post o foto publicado que, siendo de nuestra propiedad al generarlo, tiene una vida digital al margen desde el momento que genera reacciones, comentarios, es copiado (o si es fotografía descargada, editada, etc), generando una proyección de nuestra identidad digital, diferente a la presencial sobre la cual tenemos mayor control.