Las tramas de relieve (también denominadas achurado[1]) son un modo muy utilizado en cartografía para representar la elevación del terreno.
No siendo una información numérica, son menos útiles para un estudio científico de los contornos, pero permiten transmitir correctamente formas muy específicas del terreno.
La representación mediante tramas del relieve fue estandardizada por el topógrafo austríaco Johann Georg Lehmann en 1799.
Una pendiente muy suave o un área plana, como la cima de una meseta, generalmente se dejan en blanco.
En los mapas británicos se han convertido en largos triángulos, con la base corta en la parte superior, siempre apuntando hacia abajo.