A los veinte años entró a la École Polytechnique, y subsecuentemente pasó por la École nationale supérieure des mines de Paris.
En 1878, se convirtió en inspector general de minas.
En sus primeros años como ingeniero de minas, investigó y describió varios minerales recién descubrimiento; después se enfocó al estudio de las rocas, encontrando nuevos métodos para su determinación, y dando descripciones particulares de la melafira, arcosa, pórfido y sienita, entre otras.
La roca ígnea de Vosges, y aquellas de los Alpes, Córcega, etc., y el tema del metamorfismo ocuparon su atención.
También preparó en 1885 mapas geológicos e hidrológicos de París, que hacían referencia al agua subterránea del lugar, mapas similares de los departamentos de Seine y de Seine-et-Marne, y un mapa agronómico de Seine-et-Marne en 1880, en el cual se mostraba la relación existente entre los caracteres físicos y químicos del suelo y la estructura geológica.