Esto los distingue de las familia similar ‘‘Acer sieboldianum’’ que no cuenta con estos pelos.
Esto puede ser problemático en los meses de invierno si se somete a los vientos fuertes que pueden dañar la corteza.
Si hay una abertura en la corteza, las posibles amenazas, como insectos u hongos pueden llegar e infectar el árbol.
[6] Acer: nombre genérico que procede del latín ǎcěr, -ĕris = (afilado), referido a las puntas características de las hojas o a la dureza de la madera que, supuestamente, se utilizaría para fabricar lanzas.
Ya citado en, entre otros, Plinio el Viejo, 16, XXVI/XXVII, refiriéndose a unas cuantas especies de Arce.