Ocurrió a pocos metros de la estación Altamirano[1] El hecho se desencadenó a las 3.50 del 1 de febrero de 1964, cuando la formación de pasajeros denominado La Luciérnaga viajaba con destino a la Capital Federal con 1040 pasajeros a bordo y a una velocidad de 100 km/h.
El tren iba a esa velocidad convencido de que tenía vía libre.
Pero a solo unos 250 metros al norte de la estación Altamirano se encontraba un tren de cargas esperando el paso de la otra formación.
El cambio de agujas falló y desvió a La Luciérnaga directo al carguero: el estampido fue seco y un fogonazo se vio en medio de la oscuridad.
Al menos 34 personas murieron en el funesto topetazo de las máquinas.