Accidente del Madrid Arena de 2012

Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban, todas de 18 años, fallecieron esa misma noche en el recinto, mientras que la menor Belén Langdon de 17 años y María Teresa Alonso de 20 años lo hicieron en el hospital una y cuatro semanas más tarde respectivamente.En los alrededores del Madrid Arena hubo también un enorme macrobotellón que no fue controlado por la policía municipal.Fátima Núñez dejó toda responsabilidad sobre la Policía Municipal y fue nombrada concejal presidente del distrito de Carabanchel.[2]​ La alcaldesa Ana Botella también contrató a un bufete de abogados privado para personarse en la acusación particular del caso, a pesar de contar con la asesoría jurídica propia del ayuntamiento.[5]​ Esta hipótesis fue descartada a los pocos días ya que gracias a una grabación, se pudo verificar que la bengala se encendió 20 minutos después de la avalancha mortal.La propia configuración del recinto, cuya pista central está diseñada para la práctica profesional de deportes como el tenis, el baloncesto o el balonmano y no para macrofiestas, lleva a la confusión sobre cuál es su aforo legal para un acto como el de aquella noche, que en todo caso no superaría las 10.000 personas.Responsabilidades en eventos de pública concurrencia: la sentencia del “Madrid arena”.