Accidente de Acerinox

Cuando la chatarra fue derretida, el Cesio-137 ardió y causó una nube radiactiva.

Los detectores en la chimenea de la planta de Acerinox fallaron en detectarla, pero fue detectada en Francia, Italia, Suiza, Alemania y Austria.

De acuerdo con laboratorios independientes,[1]​ las cenizas producidas por la fábrica de Acerinox tenían entre 640 y 1420 bequerelios por gramo (la norma de Euratom es 10 Bq/g), suficientemente alto para ser considerado un peligro para el público.

Tras el accidente se hicieron revisiones médicas urgentes a todo el equipo que trabajaba en esa zona para comprobar si esos empleados estaban contaminados por el Cesio; de un monto de 400 personas, se constató un incremento ligero de Cesio en 6.

Los costos estimados por la limpieza, los depósitos del residuo y la producción perdida se calcularon en 3.500 millones de pesetas (21 millones de euros),sin añadir el efecto sobre el valor de las acciones en bolsa, la mayor parte por la producción perdida.