Sin embargo, es particularmente común en personas con discapacidad intelectual debido a su alto grado de vulnerabilidad.
En México, la tipificación del abuso sexual, en la legislación penal federal y las entidades federativas, se encuentra en el artículo 260.
No se conoce el alcance real del problema puesto que las denuncias son muy bajas.
Las personas con discapacidad intelectual necesitan una adecuada educación para ayudarles a luchar contra los abusos y prevenirlos.
Suelen ser familiares o conocidos y profesionales de los servicios que se prestan a la persona.
En otras ocasiones también pueden sufrir abusos por parte de los compañeros con discapacidad, “canguros”, o personas extrañas (Sobsey, 1991).