El aborto en Rumania es legal durante las primeras catorce semanas del embarazo.
En 1966 se criminalizó otra vez el aborto (salvo en casos excepcionales), por el decreto 770[4] bajo el gobierno de Nicolae Ceauşescu.
[4] Los niños nacidos durante este período, especialmente entre 1966 y 1972, son apodados los decreţei (singular decreţel).
Tuvieron que soportar servicios públicos abarrotados porque el estado no estuvo listo para el aumento súbito.
[5] Esta política fue cambiada en 1989, después de la Revolución Rumana, y desde ese tiempo, el aborto ha sido legal en Rumania.