La máquina fue la calculadora digital más rápida en los Estados Unidos durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.
A finales de 1945 se construyeron otras tres máquinas aún más complejas para otros laboratorios militares.
Estos dos últimos fueron el soporte fundamental del cálculo científico en muchas instalaciones hasta mitades de los años 50, y se construyeron alrededor de 5000 entre 1948 y 1958.
Tras leer una tarjeta, estas máquinas podían realizar hasta 48 operaciones antes de leer la siguiente, y con secuencias mucho más complejas.
Siendo programadas adecuadamente, estas máquinas eran más rápidas que cualquier otra calculadora no electrónica.