Se cree que Abdalá ibn Saba fue un investigador judío que aceptó el Islam y vivió en Medina durante la vida de Mahoma.
Los hechos sobre su existencia, sin embargo, son controvertidos.
Algunos musulmanes salafíes indican que ibn Saba era un judío converso que, según creen, fundó el islam chií.
Los investigadores modernos del islam niegan este hecho y le adscriben a un grupo de ghuluww[1] de la ciudad de Seleucia-Ctesifonte que fue a ver a Alí a Kufa.
Cuando ibn Saba proclamó la divinidad de Alí, este lo negó enfadado y le envió de vuelta a Seleucia-Ctesifonte.