Shahbandar regresó en 1921 y organizó la Iron Hand Society para agitar contra el dominio francés.
Después de cumplir un año y medio de su condena, los franceses lo enviaron al exilio, donde se unió a las actividades del Congreso Sirio-Palestino con sede en El Cairo.
A él se unieron poderosos políticos sirios como Munir al-Ajlani.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los franceses consideraron cooperar con Shahbandar debido a su oposición al Bloque Nacional y debido al apoyo de Gran Bretaña y los hachemitas.
Los franceses acusaron a varias figuras destacadas del Bloque Nacional, incluidos Jamil Mardam y Saadallah al-Jabiri, de planear el asesinato y huyeron a Irak.