Fundada en la Alta Edad Media por el rey Clodoveo I a comienzos del siglo VI.
Su iglesia, convertida en parroquia, y su claustro, protegido como monumento, atraen a visitantes de todo el mundo.
También se vincula con la posible intervención del obispo Desiderio de Cahors, aunque no existe documentación que lo confirme plenamente.
Hacia mediados del siglo XI, la abadía se encontraba en decadencia, con la iglesia parcialmente en ruinas y las instalaciones monásticas devastadas por un incendio en 1042.
Su iglesia, convertida en parroquia, y su claustro, protegido como monumento, atraen a visitantes de todo el mundo.
En los muros laterales se encuentran relieves, aunque peor conservados, cuentan con una gran importancia, en el lado derecho se encontrarían escenas bíblicas con un sentido positivo, como son la Anunciación, la Visitación, la Epifanía de los Reyes Magos, la Huida a Egipto, etc., mientras que al lado contrario encontramos representaciones como la de Lázaro o el rico Epulón, y sobre todo escenas de pecadores (lujuria, soberbia, avaricia) y sus castigos asociados llevados a cabo por diablos.