Abó era el sitio de la tribu nativo-americana conocida como Indios pueblo.
La comunidad de indios Tompiro, hablantes del grupo kiowa-tompiro, alcanzaba unos 1600 habitantes hacia el año 1641.
El idioma tompiro probablemente estaba relacionado con el piro,[3] así como con el tiwa, que todavía se habla en la actualidad.
Los Tompiros fueron importantes comerciantes e intermediarios entre los indios de las llanuras y los pueblos del valle del río Grande gracias a la sal, la piel y la carne de bisonte.
Abó parece entrar por primera vez en el registro histórico documental en 1583, cuando el explorador español Antonio de Espejo anotó una visita a un sitio que se creía que era Abó.