Si bien en parte se especulaba que podría camuflarse este hecho en la constante renovación del grupo, y así fue, el equilibrio logrado por Xabier, Haritz, Álvaro y Pablo en conjunto Leire fue un buen complemento para el grupo donostiarra.
Estas salas de cine cerraron y fueron derribadas en 2004; actualmente se encuentra un hotel en el mismo solar.
Empezaron a trabajar en el disco en septiembre al momento en que Amaia Montero les había anunciado su salida del grupo.
El disco fue grabado entre mayo y junio de 2008 en los estudios du Manoir (Las Landas, Francia), donde ya se habían grabado los tres discos anteriores, y fue masterizado en Gateway Mastering por Bob Ludwig, quien ha trabajado con artistas de talla internacional.
"Palabras para Paula", es un minimalista tema de cuna dedicado a la hija del baterista.
Un método calcado de sus álbumes anteriores, donde el viento ("Desde el puerto" - "Tic-Tac"), un mensaje tecno en inglés ("Historia de un sueño" - "Bonustrack") o las olas del mar ("Mi vida sin ti" - "Cuántos cuentos cuento") unían las últimas dos canciones.
Es pertinente destacar que, pese a su despreocupación y coherencia con el álbum completo, "Veinte penas", un pop electrónico con ritmo dance en recuerdo de los 80s, se asemeja al estilo de cantantes satirizadas, a priori, en el anterior éxito Pop.
Es decir, A las cinco en el Astoria es una moderada vuelta de página, con vista a un futuro más apuesto, que no ha olvidado (muy por el contrario, ha evolucionado) todo lo que ya fue escrito, vivido, compartido y aprendido, aunque continúen los caprichos del "prohibido preguntar... prohibido recordar".