Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y la Rioja
No obstante, posteriormente se eligieron conjuntamente las comunidades de Aragón, Navarra y La Rioja por la estrecha relación que han mantenido durante siglos, lo cual les ha conferido una cierta vinculación lingüística entre ellas.El territorio explorado era bastante conocido desde el punto de vista lingüístico: en 1896 se iniciaron los estudios sobre el área pirenaica con el trabajo de Jean-Joseph Saroïhandy y en 1935 los del alemán Alwin Kuhn al que siguieron otros trabajos monográficos tanto de profesores extranjeros (Fritz Krüger, Rudolf Wilmes y A. Schmitt entre otros), como españoles (Alvar, Monje, Buesa, Lázaro, Sanchís Guarner, entre otros).El método utilizado estuvo basado en el del ALEA pero con pequeñas variaciones debido a que: En el ALEANR encontramos como innovación que el trazado de sus mapas rebasa los límites regionales ya que incluye puntos de encuesta en Vitoria, Burgos, Soria, Guadalajara, Cuenca, Valencia y Castellón.Alvar se lamentó de que en la parte etnográfica, a pesar de tener un cuestionario muy rico, no pudieron obtener información sobre realidades vivas unos años antes, como por ejemplo el transporte maderero fluvial.Este atlas ha servido para conocer con mucho detalle tierras que corresponden a dominios históricos diferentes (Aragón, Navarra y Rioja) que abarca espacios próximos pero variados desde el punto de vista lingüístico y cultural (Pirineo, Valle del Ebro, tierras bajas) con sustratos diferentes y presencia de otras lenguas: catalán en el oriente aragonés, vasco en el norte de Navarra.