Esta operación se desarrolló un poco más al norte del Frente rumano y provocó una mayor penetración de las unidades rusas en Polonia.
[7] El ataque continuaría hacia esta ciudad y más tarde a lo largo de la línea Iaşi-Vaslui-Felciu.
[9] Al alcanzar la línea Bacau-Vaslui-Felciu, el 2.º frente de Malinovski debía encerrar a las fuerzas enemigas en una bolsa centrada en Iaşi y Kishiniev gracias al avance simultáneo del 3.er frente de Tolbujin, que cerraría la bolsa por el este.
[9] Tobuljin, por su parte, propuso avanzar por sorpresa desde la cabeza de puente cercana a Tiraspol, donde la dificultad del terreno complicaría el avance pero donde los alemanes y rumanos no esperaban el asalto.
[9] El avance se realizaría en dirección a Husli, junto al Prut, y no directamente contra Kishiniev.
[11] Durante los combates más al norte, tuvieron que ceder importantes unidades a otros frentes.
[11] Los alemanes habían enviado doce divisiones del sur —seis de ellas acorazadas— al frente bielorruso.
[11] Su posición era delicada, entre la concentración de fuerzas soviéticas y las poco fiables unidades rumanas, cada vez más dispuestas a abandonarles.
[12] En total, Friessner contaba con cerca de seiscientos mil hombres, cuatrocientos tanques y ochocientos aviones.
[12] Las fuerzas acorazadas del 8.º Ejército alemán quedaron reducidas a dos formaciones móviles y la 20.ª División Panzer.
[12] El frente quedaba dividido en dos sectores por el Prut: de Cornesti a Husi se desplegó el 8.º Ejército alemán y el 4.º rumano.
[12] Para cubrir la crucial brecha de Focsani-Galatz, que conducía a Ploiești y Bucarest, el general Wöhler desplegó en la zona tres divisiones rumanas (entre Târgu Frumos y Iaşi) y lo más escogido del 8.º Ejército alemán (en el valle del Siret), además de otro grupo de tropas alemanas cubriendo Iaşi; desde Cornesti al mar Negro se colocó el Grupo Dumistrecu, al mando del general rumano del mismo nombre, que dirigía el 4.º Ejército rumano.
[7] Este grupo se concentró principalmente en la defensa de Kishiniev, pero contaba con escasas reservas —dos divisiones.
[14] Al final del primer día de la ofensiva, los soviéticos calculaban las pérdidas enemigas en cinco divisiones y tres mil prisioneros.
[15] El 22, ante el avance ruso, las unidades cercadas abandonaron Iaşi y comenzaron la retirada hacia el sur, pero los soviéticos ya estaban para entonces cerrando la pinza e impidiéndoles escapar.
Las unidades soviéticas no solo habían alcanzado el Prut, sino que se dirigían rápidamente hacia la «brecha de Focsani» y la capital rumana.
Hitler, obsesionado por las actividades de Tito en Yugoslavia, confiaba el día anterior en una reunión sobre la delicada situación balcánica en que los rumanos se enfrentarían a los soviéticos hasta el final, y no previó el golpe de mano en Bucarest.
[17] A pesar de la total sorpresa, los alemanes confiaban al principio en poder retirarse a una nueva línea defensiva que incluyese las zonas petrolíferas y poder retomar la capital rumana y aplastar el golpe.
[18] A pesar de los esfuerzos alemanes, ninguna unidad rumana mantuvo la alianza con Berlín.
[18] A las 11 a. m. 150 aviones alemanes bombardeaban la capital para apoyar el intento de retomar la ciudad y nuevos refuerzos avanzaban hacia ella desde Ploesti.
[20] El alto mando soviético y el alemán se concentraron entonces en controlar Husi, el primero para cerrar el cerco a las unidades rumano-germanas en retirada y el segundo para lograr esta mediante el cruce del Prut en los alrededores de la población.
Forzando la decisión búlgara, la URSS declaró la guerra a Bulgaria el 5 de septiembre, con las tropas del Ejército Rojo cruzando el Danubio e invadiendo suelo búlgaro al día siguiente; las fuerzas búlgaras recibieron la orden de no oponer resistencia mientras las divisiones soviéticas tomaban los puertos de Varna y Burgas en apenas tres días, aunque sin penetrar en el resto del territorio búlgaro.