Órbita de aparcamiento

La alternativa a las órbitas de aparcamiento es la inyección directa, maniobra en la que el cohete acelera continuamente (excepto en los momentos de agotamiento de una etapa e ignición de la siguiente) hasta que el combustible se agota completamente, colocando la carga útil en la trayectoria final de una sola vez.

Hay varias razones que recomiendan el uso de una órbita de aparcamiento: El principal inconveniente de este método es que los cohetes necesitan orbitar durante un tiempo y después volver a encender los motores en condiciones de gravedad cero.

Para poder hacer esto con el mínimo gasto de combustible, la etapa cohete tiene que poder encenderse, apagarse y volverse a encender.

Esto hace obligatorio el uso de cohetes de combustible líquido, puesto que los de combustible sólido ni se pueden apagar ni se pueden volver a encender, puesto que una vez puestos en marcha queman hasta el final.

Si bien la última Agena voló en 1987, las Centauro todavía están en producción.

Etapa de transferencia (abajo), módulo de acceso a la superficie lunar (en medio) y módulo de tripulación Orion (arriba) dejando la órbita terrestre.