Su lanzamiento como segundo sencillo del álbum se realizó a principios en febrero de 1994 bajo el sello discográfico EMI Capitol y tuvo buena recepción por parte de la audiencia en México, colocándose dentro del top ten de las listas musicales.
El video comienza con imágenes de Paulina Rubio cubierta totalmente de pintura dorada, luego se ve a la intérprete vestida de novia esperando a su prometido en una iglesia, feliz por el día de su boda.
En el transcurso del vídeo pasan algunos relojes, haciendo referencia a que la espera por su futuro esposo ha sido demasiada.
Después de esperar Paulina luce angustia, mientras que los invitados quedan totalmente desconcertados.
Casi al finalizar el clip la cantante entra corriendo a la iglesia y sube su mirada hacia arriba y comienza a imaginarse a ella con su comprometido en una cama.