[2] De acuerdo con un estudioso, si bien las actas de santa Áurea son una ficción pía, fue una auténtica mártir, a la que se dedicó en Ostia un culto muy temprano.
Mantenía contactos con los cristianos del lugar, entre los que estaba Ciriaco, obispo de Ostia .
[2] Diecisiete soldados [nota 1] se convitieron al cristianismo tras este milagro, los cuales fueron, más tarde, decapitados cerca del Arco de Caracalla de Ostia.
[2] Otra leyenda afirma que Áurea y sus amigos devolvieron a la vida al hijo muerto de un zapatero.
[2] La Basílica de Santa Áurea creció en torno a su tumba.