William Adamson, un humilde naturalista, regresa a la Inglaterra victoriana, después de su expedición al Amazonas.
Aun así, consigue la amistad de Sir Harald Alabaster, quien también está interesado en la botánica y la biología.
Sir Harald contrata al señor Adamson para clasificar su colección; y enseñar las ciencias naturales a sus hijas más jóvenes, junto con su tutora actual, la señorita Crompton.
Eugenia habría de tener cinco hijos, sin ningún parecido a su padre; al primer varón insiste en llamarlo Edgar, como su hermano, quien se mostraría siempre recio hacia William.
Escribe un libro acerca de sus observaciones, y es en ese momento cuando comienza a fijarse en aquella otra persona también fascinada por la biología, por aquella mujer culta e instruida que le hace compañía y ayuda.