Un barrio pobre es un término británico que se utiliza para designar un conjunto de viviendas sociales con altos niveles de problemas sociales, en particular delincuencia. La palabra se utiliza a menudo en ciertas antiguas colonias británicas.
La frase comenzó a usarse en la década de 1980, [1] y fue utilizada por el entonces primer ministro Tony Blair en 1998, cuando se refirió a los "llamados barrios pobres" en un discurso, como el ahora demolido Aylesbury Estate . [2]
En un artículo publicado en The Guardian , Victoria Pinoncely ha argumentado que el término refuerza una sensación de segregación, y ha sugerido que "hambrientos" sería un término más adecuado para describir las urbanizaciones que reciben una inversión mínima en servicios, infraestructura y espacios públicos. [3] Citó la regeneración de la urbanización Packington en Islington y la urbanización Ocean en Tower Hamlets como ejemplos de cómo se pueden revitalizar las urbanizaciones con una mayor inversión pública. [3]
Los barrios pobres suelen estar asociados con la delincuencia y los programas para regenerarlos incluyen estrategias de reducción de la delincuencia, como las que enumera a continuación el New Statesman :
El escritor y activista social Byron Vincent se ha referido a sí mismo como proveniente de un barrio marginal, y ha hablado sobre sus experiencias de acoso escolar cuando era joven, y sobre sus posteriores períodos de adicción a las drogas y falta de vivienda. [5] Ha argumentado que ubicar a personas con problemas sociales y fiscales en la misma zona es "una idea idiota destinada a crear una cultura de criminalidad en constante aumento". [6]
Un informe de 2014 del grupo de expertos conservador de derecha Policy Exchange , The Estate We're In , instó al Gobierno a establecer una "Junta de Recuperación de Patrimonio" para abordar los problemas de la delincuencia organizada, el desempleo, el ausentismo escolar y la violencia doméstica. [7]
hundimiento de las urbanizaciones a las que se condena a la gente, sin perspectivas de salir.
La subclase (...) [es] un producto de la guetización. Coger a un grupo de personas con problemas sociales y fiscales y obligarlas a vivir juntas en masa es una idea idiota destinada a crear una cultura de criminalidad en perpetua espiral. Si queremos que la subclase desposeída adopte la moralidad de la corriente dominante, la vivienda social debe integrarse en la sociedad dominante".