La Declaración Solemne sobre la Unión Europea fue firmada por los entonces 10 [1] jefes de Estado y de Gobierno el domingo 19 de junio de 1983, en el Consejo Europeo de Stuttgart celebrado en Stuttgart . [2]
En noviembre de 1981, los gobiernos alemán e italiano presentaron a los Estados miembros un proyecto de ley europea destinado a promover la integración europea. De conformidad con el mandato otorgado por el Consejo Europeo de los días 26 y 27 de noviembre de 1981, los Ministros de Asuntos Exteriores informaron al Consejo Europeo de Stuttgart sobre sus trabajos sobre este proyecto de ley.
Los Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros de las Comunidades Europeas reunidos en el Consejo Europeo resolvieron continuar el trabajo iniciado sobre la base de los Tratados de París y Roma y crear una Europa unida, más necesaria que nunca para para hacer frente a los peligros de la situación mundial, capaz de asumir las responsabilidades que le incumben en virtud de su papel político, de su potencial económico y de sus múltiples vínculos con otros pueblos,...
Los Jefes de Estado o de Gobierno, partiendo de la conciencia de un destino común y de la voluntad de afirmar la identidad europea, confirman su compromiso de avanzar hacia una unión cada vez más estrecha entre los pueblos y Estados miembros de la Comunidad Europea.
La declaración fue uno de los hitos que condujeron a la formación del Mercado Único Europeo en 1993. [3]
El Consejo Europeo de Stuttgart también aprovechó la ocasión para condenar la injerencia internacional en los conflictos de Centroamérica , concretamente en El Salvador y Nicaragua . Su declaración sobre este tema dice:
Los Jefes de Estado y de Gobierno confirmaron su gran interés por los acontecimientos en Centroamérica. Están profundamente preocupados por las condiciones económicas y sociales en muchas partes de la región, por las tensiones que crean y por la miseria y el derramamiento de sangre generalizados.
Están convencidos de que los problemas de Centroamérica no pueden resolverse por medios militares, sino sólo mediante una solución política que surja de la propia región y respete los principios de no injerencia e inviolabilidad de las fronteras. Por tanto, apoyan plenamente la actual iniciativa del Grupo Contadora . Subrayaron la necesidad de establecer condiciones democráticas y de la estricta observancia de los derechos humanos en toda la región.
Están dispuestos a seguir contribuyendo a un mayor desarrollo en la zona, con el fin de promover el progreso hacia la estabilidad. [4]