Un transbordo permite al pasajero de un vehículo de transporte público que paga una tarifa de viaje sencillo continuar el viaje en otro autobús o tren. [1] Dependiendo de la red, puede haber o no una tarifa adicional por el transbordo. [2] Históricamente, los transbordos pueden haber sido sellados o perforados con la hora, la fecha y la dirección del viaje para evitar su uso para un viaje de regreso. Más recientemente, los boletos magnéticos o con código de barras pueden estar registrados (como en los vuelos internacionales) o las barreras de boletos pueden cobrar solo al ingresar y salir de un sistema más grande (como en las redes ferroviarias subterráneas modernas).
Algunos sistemas de transporte público permiten a los pasajeros cambiar de un vehículo a otro de forma gratuita sin pagar una tarifa adicional. Se puede implementar una transferencia gratuita haciendo que ambos vehículos se detengan dentro de la misma área de control de tarifas, emitiendo al pasajero un boleto especial (también llamado "transferencia gratuita") o utilizando un sistema de tarjeta inteligente electrónica programado para permitir dichas transferencias. [ cita requerida ]
Las tarjetas tarifarias simplifican enormemente los transbordos, especialmente entre distintos operadores, ya que la transferencia y el pago (si corresponde) se gestionan automáticamente mediante la tarjeta. Dado que los transbordos entre servicios pueden ampliar significativamente el alcance y la cobertura efectivos de otro servicio, las tarjetas tarifarias suelen implementarse específicamente para mejorar la calidad de una red de transporte público.