Un programa intensivo es un plan de acción que implica una asignación rápida e intensiva de recursos para resolver un problema apremiante. [1] La rapidez puede eliminar la investigación y la planificación esenciales para el uso eficiente de los recursos cuando los objetivos se perciben como más importantes que esos recursos.
Los límites de tiempo diferencian los programas intensivos de los procedimientos normales. La reducción de tiempo suele deberse a circunstancias inesperadas. Estos límites de tiempo pueden originarse en eventos predecibles como ciclos climáticos o plazos financieros, o pueden establecerse arbitrariamente como medidas para salvar vidas en situaciones que involucran hambruna, enfermedades o vulnerabilidades militares. La compresión del cronograma ocurre cuando los plazos apropiados para las condiciones esperadas se acortan mientras el programa está en progreso. [2]
La vía rápida implica trabajar simultáneamente en actividades que se habrían realizado de forma secuencial en circunstancias normales. [2] El colapso del proyecto ocurre cuando se requieren recursos adicionales para cumplir con el plazo establecido. El fracaso del proyecto aumenta el costo del objetivo. [3] El análisis de accidentes compara los costes de plazos más cortos. [4]