El pinzón de Mérida o pinzón de Mérida ( Atlapetes meridae ) es una especie de ave de la familia Passerellidae , los gorriones del Nuevo Mundo. Es endémica del noroeste de Venezuela . [2]
El Manual de las Aves del Mundo (HBW) y la taxonomía de Clements consideran que el pinzón meridional es una subespecie del pinzón bigotudo ( Atlapetes albofrenatus ), pero advierten que podría ser una especie completa. [3] El Congreso Ornitológico Internacional (COI) lo ha aceptado como una especie completa. [2]
Los adultos pesan unos 30 g (1,1 oz) y miden entre 17,5 y 18 cm (6,9 y 7,1 pulgadas) de largo. El cuerpo del adulto es de color oliva por encima y amarillo limón por debajo; las alas y la cola son de color oliva. La cabeza tiene una corona castaña, una máscara negra, una raya subbigotes blanca y una garganta amarilla. El juvenil es más opaco, siendo oliva por encima y amarillo oscuro por debajo. El patrón de su cabeza es similar al del adulto, pero más apagado. [3]
El pinzón de Mérida es un residente durante todo el año de los Andes del oeste de Venezuela, en Mérida y la parte oriental de los departamentos de Táchira. Prefiere los bosques húmedos enanos y los bosques predominantemente de robles y es un ave de sotobosque denso que incluye helechos y bambú dentro y a lo largo de los bordes de dichos bosques. También habita en bosques más secos con sotobosque denso y es tolerante a los hábitats perturbados. El pinzón de Mérida se encuentra principalmente entre 1.600 y 2.500 m (5.200 y 8.200 pies) pero se ha encontrado a altitudes tan bajas como 1.000 m (3.300 pies). [3]
El pinzón de Mérida se alimenta principalmente de artrópodos, frutas y bayas. Suele buscar alimento desde el suelo hasta 10 m (33 pies) de altura en arbustos y árboles. Por lo general, busca alimento y se desplaza en parejas o grupos familiares, pero también se une a bandadas de especies mixtas. Aunque suele permanecer oculto en la vegetación densa, parece tolerar la presencia de observadores humanos. [3]
Se sabe muy poco sobre la biología reproductiva del pinzón de Mérida. No se han descrito su cortejo, su comportamiento en el nido ni el nido en sí. Se han visto crías: un ave juvenil en Perijá en agosto y polluelos en Mérida en mayo y junio. [3]
Aunque la especie tiene un área de distribución bastante restringida, es bastante común en ella y parece tener una población estable. Esto y su tolerancia a los hábitats alterados hacen que la UICN la considere una especie de menor preocupación. [1]