El control de crédito es el sistema que utilizan las empresas y los bancos centrales para garantizar que el crédito se conceda únicamente a los prestatarios que tengan probabilidades de poder devolverlo. Como estas cuestiones rara vez son seguras, los controladores de crédito controlan los préstamos calculando y gestionando el riesgo.
El control de crédito es parte de los controles financieros que emplean las empresas, particularmente en el sector manufacturero, para garantizar que una vez realizadas las ventas se materialicen en efectivo o en recursos líquidos.
El control de crédito es un sistema de control fundamental que evita que la empresa pierda liquidez debido a la concesión de créditos a los clientes de forma indebida y descoordinada. El control de crédito consta de varias secciones, entre las que se incluyen la aprobación del crédito, la aprobación del límite de crédito, las aprobaciones de despacho y el proceso de cobro.
En una empresa grande, un proceso de crédito será dirigido por un gerente senior e incluirá procesos tales como Conozca a su cliente (KYC), apertura de cuenta, aprobación de crédito y límites de crédito (tanto en términos de montos como de términos, por ejemplo, 30 días, 30 días netos), extensión de crédito y realización de acciones de cobro.
El control de crédito normalmente reportará al Director de Finanzas o al Comité de Gestión de Riesgos.
Durante el proceso de venta, un cliente potencial o incluso un cliente actual que paga en efectivo puede solicitar que se le extiendan las líneas de crédito. En este punto, se puede seguir el siguiente proceso:
1. Carta formal de solicitud de crédito a otorgar a una entidad cliente
2. El jefe de Finanzas evalúa el crédito solicitado
3. Los gestores de riesgos evalúan si el crédito se ajusta a la cartera de riesgos actual
4. El período de cobro de créditos (generalmente en días) se considera como un período independiente y como un componente del ciclo de capital de trabajo, en particular para garantizar que no exceda el período de cuentas por pagar (generalmente también en días).
5. Se puede recurrir a agencias de calificación externas para evaluar el riesgo asociado a la concesión de crédito al cliente. Por lo general, la solvencia crediticia de una empresa puede ser evaluada de forma independiente por empresas como Dun & Bradstreet , Bloomberg , AC Nielsen u otras empresas de buena reputación.
6. También se introducen en el mercado rellenos para evaluar la solvencia crediticia de una empresa.
7. Se realiza una evaluación interna considerando el riesgo de Deudas Malas o Dudosas frente a las utilidades o rendimientos.
8. Una vez que el gerente de riesgos y el director de finanzas estén convencidos de que la extensión del crédito no resultará en pérdida de capital, se otorga el crédito.
9. Se abre una cuenta con el crédito establecido en las condiciones acordadas: límite de crédito del que disfrutará el cliente y plazos o duración en los que disfrutará de dicho crédito. En otras palabras, el límite de tiempo así como el valor del crédito son caras de la misma moneda.
El crédito concedido podría, a pesar de todos los esfuerzos realizados, llegar a ser incobrable. En este caso, se puede contratar una agencia de cobro de deudas profesional junto con los honorarios legales, judiciales y de otro tipo que ello conlleva. Este suceso suele ser temido y la mayoría de los Contadores Públicos se muestran reacios a considerar que el crédito concedido se ha convertido en incobrable y que es necesario cancelar la deuda si la cuenta por cobrar se ha incumplido o constituir una provisión si solo se puede cobrar una cantidad menor.
Las deudas injustificadas pueden suponer una carga importante para la empresa y llevarla a la quiebra. Muchas PYME han fracasado debido a procesos o procedimientos de cobro de deudas insatisfactorios. Durante la crisis crediticia, muchas empresas experimentaron un grave riesgo crediticio y redujeron drásticamente la concesión de créditos a empresas y negocios asociados. Aunque la situación actual es mucho menos grave, la concesión de créditos sigue teniendo un papel clave y fundamental en la gestión empresarial.