La tendonectomía es el corte quirúrgico de los tendones y generalmente sólo se practica en medicina veterinaria.
Realizar una tendonectomía a un gato es una alternativa a la onicectomía ("quitarle las garras"), que consiste en amputar el extremo de cada dedo. La tendonectomía puede considerarse menos dolorosa para el gato que la onicectomía; sin embargo, la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA) no la recomienda y es ilegal en muchos países.
En una tendonectomía, se extirpa quirúrgicamente una pequeña porción del tendón de cada uno de los dedos de un gato para evitar que el gato extienda las garras. De esta manera, el gato ya no puede rascar.
Las garras seguirán creciendo después de la tendonectomía y, como el gato ya no puede extenderlas para rascar, no las desgastará como antes. Por lo tanto, entre otras consideraciones, el dueño del gato debe evaluar el mantenimiento continuo necesario en forma de recorte regular de las garras a partir de entonces al considerar este procedimiento.
En cuanto a los estudios sobre el impacto de la onicectomía frente a la tendonectomía, la Asociación Médica Veterinaria Americana comparó los resultados de las dos operaciones en su número del 1 de agosto de 1998. Su informe consideró la satisfacción del propietario y los inconvenientes como el dolor y las complicaciones futuras. Los gatos que se sometieron a una tendonectomía mostraron un dolor significativamente menor inmediatamente después del procedimiento en comparación con los que se sometieron a una onicectomía. Sin embargo, ambos procedimientos mostraron una frecuencia igual de otras complicaciones, como sangrado, cojera e infección. Los gatos tardaron el mismo número de días en recuperarse de ambas operaciones (medido por la normalidad al caminar) y los propietarios estaban igualmente satisfechos con ambas opciones.
Una complicación a tener en cuenta más adelante en la vida del gato tras una tendonectomía es que las uñas se vuelvan quebradizas. Las uñas que son más quebradizas tienden a partirse y romperse cuando el dueño se las corta, lo que resulta bastante doloroso para el gato.