El síndrome de Irlen (o síndrome de sensibilidad escotópica ) es una afección médica que se caracteriza por un procesamiento visual alterado y que, según se propone, puede tratarse mediante el uso de lentes de colores. Las ideas sobre el síndrome de Irlen son pseudocientíficas y no están respaldadas por evidencia científica, [1] [2] [3] y su tratamiento ha sido descrito como un fraude sanitario que se aprovecha de personas vulnerables. [4] El síndrome de Irlen está reconocido por las fuerzas de defensa de Estados Unidos y Australia.
La condición fue propuesta en la década de 1980. [5]
El método Irlen utiliza láminas de colores y lentes tintadas en forma de gafas o lentes de contacto. El método está pensado para corregir problemas de procesamiento visual; se afirma que la resincronización resultante de las señales visuales en el cerebro mejora los síntomas asociados con el síndrome de Irlen. [6]
En 1980, la profesora neozelandesa Olive Meares describió las distorsiones visuales que algunas personas reportaban al leer en papel blanco. En 1983, mientras trabajaba con una beca de investigación federal en la Universidad Estatal de California en Long Beach, la psicóloga estadounidense Helen Irlen pensó que filtrar la información visual antes de que llegue al cerebro mediante el uso de superposiciones de colores o filtros espectrales (que se usan como anteojos) podría permitir que el cerebro procese correctamente la información visual que recibe. Pensaron que al hacerlo, estas superposiciones de colores y filtros espectrales podrían eliminar los síntomas asociados con el síndrome de Irlen. Meares e Irlen describieron síntomas similares por separado, sin que ninguno de ellos estuviera al tanto del trabajo del otro. Irlen, quien fue la primera en definir sistemáticamente la condición, la denominó "síndrome de sensibilidad escotópica ", aunque en los años siguientes, algunos se refirieron a ella como síndrome de Meares-Irlen , síndrome de Irlen y estrés visual. [ cita requerida ]
Los primeros estudios que investigaron el síndrome de Irlen como una enfermedad tratable han sido criticados por tener un enfoque sesgado y subjetivo en sus investigaciones. [5]
Consideramos que este método es un ejemplo clásico de una empresa comercial que se aprovecha de individuos vulnerables y desesperados en busca de soluciones simples para trastornos y discapacidades del desarrollo.