La Ruta 133 es una carretera histórica y patrimonial de las regiones de Estrie y Montérégie en la provincia de Quebec , con orientación norte-sur y ubicada en la orilla oriental del río Richelieu . Su terminal norte está en Sorel-Tracy , en la orilla sur del río San Lorenzo . El terminal sur está en Saint-Armand en la frontera de los Estados Unidos con Vermont , cerca de Highgate Springs , donde continúa hacia el sur más allá del paso fronterizo de Highgate Springs–St. Armand/Philipsburg como Interestatal 89. Antes de la década de 1970, la parte entre la frontera internacional y Saint-Jean-sur-Richelieu se conocía como Ruta 7, que servía como continuación de la US 7 .
La ruta 133 está designada como histórica y se llama Chemin des Patriotes en honor a la Rebelión Patriota de 1837-1838 .
El tramo entre la frontera estadounidense y Saint-Jean-sur-Richelieu, donde comienza la Autopista 35 , es relativamente transitado, ya que proporciona el enlace principal entre Boston y Montreal. La construcción para extender la Autopista 35 al sur de Saint-Jean-sur-Richelieu hasta la frontera estadounidense, evitando la Ruta 133, comenzó en 2009. La construcción estaba programada para finalizar en 2017, pero continuará hasta 2025. [4]
Los camiones están prohibidos en esta carretera entre Saint-Jean-sur-Richelieu y la Autopista 10 (tramo de 10 km) y entre el cruce de la carretera 116 en Mont-Saint-Hilaire y la Autopista 20 (tramo de 3,5 km). La polémica persiste y ha cobrado fuerza en 2005 entre el Ministerio de Transportes de Quebec y cerca de 3000 habitantes a lo largo de la carretera en Saint-Denis-sur-Richelieu , Saint-Charles-sur-Richelieu y Mont Saint-Hilaire , al norte de la Autopista 20. La polémica sigue a la decisión del ministerio en 1995 de transferir el tráfico de camiones de norte a sur de las carreteras paralelas a la 133 y obligarlo a converger, sin un estudio de impacto, en Chemin des Patriotes, un camino histórico y patrimonial que se encuentra en un suelo frágil y débil y se encuentra en la zona más poblada. El intenso tráfico resultante genera ruido, vibraciones y contaminación día y noche, lo que provoca problemas de salud, insomnio y seguridad en la población local.