Militia Dei (en latín , Soldados de Dios ) es una bula papal emitida por el Papa Eugenio III el 7 de abril de 1145 que consolidó la independencia de los Caballeros Templarios de las jerarquías clericales locales al darle a la Orden el derecho a tomar diezmos y tarifas de entierro y enterrar a sus muertos en sus propios cementerios. [1] [2] A los Caballeros se les permitió viajar libremente por Europa.
Esta bula, junto con Omne datum optimal (1139) y Milites Templi, forman la base de la futura riqueza y éxito de la Orden.