La autopista A7 es una autopista de los Países Bajos que une Zaandam , a través del Afsluitdijk , Sneek y Groningen, con la frontera alemana cerca de Bad Nieuweschans . Toda la carretera forma parte de la ruta europea E22 , con excepción del primer kilómetro, entre la terminal de Zaandam y el intercambiador de Zaandam. La longitud total es de 236 km.
La autopista A7 se interrumpe dos veces:
Ambos tramos mencionados se denominan N7 para distinguir las partes de la autopista para las que se utiliza la denominación A en los Países Bajos. La A7, junto con la N7, se denomina Rijksweg 7.
A partir de marzo de 2011, en un tramo de la autopista A7, los conductores pueden circular a 130 km/h (80 mph), frente al límite de velocidad nacional de 120 km/h (75 mph). Se trata de una prueba del gobierno para investigar si la conducción a estas velocidades superiores tiene efectos sobre el medio ambiente y la seguridad. El resultado de la prueba fue positivo y el límite de velocidad nacional se elevó a 130 km/h (80 mph) en octubre de 2012.
La A7 atraviesa una parte histórica de la ingeniería holandesa, el Afsluitdijk . Esta presa se construyó originalmente para proteger la extensa costa interior del país de las inundaciones mediante la creación de un gran lago de agua dulce. La carretera sobre el Afsluitdijk era anteriormente una carretera N de dos carriles, pero ahora es una autopista propiamente dicha; la mejora a autopista se logró utilizando la reserva ferroviaria no utilizada del dique para la segunda calzada. Su punto medio está cerca del pueblo de Breezanddijk . El ex secretario de Estado de Infraestructura y Medio Ambiente , Joop Atsma , emitió una declaración en la que detalla los factores que influyeron en la decisión de construir un nuevo naviducto en la sección Afsluitdijk de la A7 en Kornwerderzand . Un naviducto y nuevas esclusas tuvieron un coste de entre 200 y 450 millones de euros, dependiendo del tamaño de las esclusas y del tamaño de la carretera. Un naviducto aportaría al tráfico rodado unos beneficios anuales de 13 millones de euros en concepto de tiempo de espera, teniendo en cuenta que el puente actual se abre 7.000 veces al año. Se ha tenido en cuenta un análisis coste-beneficio de todas las posibles soluciones y se podría construir un naviducto para sustituir las esclusas cuando lleguen al final de su vida útil en 2050. [1]