Hidropesía fetal conocido también como hydrops fetalis, es un problema muy grave que pone en serio riesgo la vida del bebé antes y después de nacer, dependiendo de la respuesta al tratamiento.
Se caracteriza por provocar un edema grave, es decir hinchazón en el feto o en el recién nacido, por una cantidad excesiva de líquido que sale del torrente sanguíneo e ingresa a diversos tejidos corporales.
Este problema tiene dos tipos que dependen de su origen.
Puede desarrollarse cuando hay una incompatibilidad del sistema Rh (negativo) de la madre y el Rh (positivo) del feto, ocasionando una reacción del sistema inmunitario, o sea, los anticuerpos de la madre, los cuales provocan la destrucción de los glóbulos rojos del feto, provocándole anemia, y como los órganos del bebé no son capaces de compensar la anemia, se puede desarrollar hidropesía, manifestándose en que el corazón comienza a desarrollar insuficiencia y grandes cantidades de líquido se acumulan en los tejidos y órganos fetales.
Entre las enfermedades o complicaciones que se asocian a la hidropesía no inmunitaria están: anemias graves, infecciones congénitas, defectos pulmonares o cardíacos, anomalías cromosómicas y/o defectos congénitos y enfermedades hepáticas, entre otras.