Las elecciones regionales de Emilia-Romaña de 2014 se celebraron el 23 de noviembre de 2014.
El presidente de la región durante tres mandatos, Vasco Errani, del Partido Democrático de centroizquierda, renunció en julio de 2014 después de ser condenado por declaración fraudulenta [2] , lo que desencadenó una elección anticipada.
En una elección marcada por la participación más baja de la historia de la Región (37,7%), el demócrata Stefano Bonaccini fue elegido presidente al derrotar a varios candidatos, principalmente Alan Fabbri de la Liga Norte (29,9%) y Giulia Gibertoni del Movimiento Cinco Estrellas (13,3%).
En Emilia-Romaña, en julio de 2014, la Asamblea Legislativa aprobó una nueva ley electoral que suprime las listas bloqueadas. Las primeras elecciones reguladas por esta ley fueron las regionales de 2014.
El elector puede expresar uno o dos votos de preferencia por los candidatos de la lista elegida; en el caso de la expresión de dos preferencias, éstas deben referirse a candidatos de diferente sexo según la "preferencia de género" (so pena de anulación de la segunda preferencia). En cuanto a la elección de los consejeros, la ley garantiza en todo caso al menos 27 escaños en las listas que apoyan al presidente electo (premio de la mayoría), obteniendo efectos muy similares a los de la lista pero actuando sobre las listas provinciales. Los primeros 40 escaños se distribuyen de forma proporcional. A continuación, se atribuye un escaño al candidato a presidente que haya quedado en segundo lugar. Los 9 escaños restantes se asignan por el método de la mayoría a las listas que apoyan al presidente electo si estas listas han obtenido menos de 25 escaños con el procedimiento anterior; de lo contrario, el "premio" será de sólo 4 escaños. Si, al final de estas asignaciones, las listas mayoritarias no han obtenido al menos 27 escaños, estos se garantizarán eliminando algunos de los escaños ya asignados a las listas de la oposición.