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La puta honesta

Página de título de la edición en cuarto de 1604 de La puta honesta, primera parte .

The Honest Whore es una comedia urbana de principios del período jacobino , escrita en dos partes; la primera parte es una colaboración entre Thomas Dekker y Thomas Middleton , mientras que la segunda parte es obra de Dekker en solitario. Las obras fueron interpretadas por los Hombres del Almirante .

Parte 1

Producción

La primera parte de The Honest Whore se incorporó al Stationers' Register el 9 de noviembre de 1604; el primer cuarto se publicó más tarde ese mismo año, impreso por Valentine Simmes para el librero John Hodges. Los cuartos posteriores de la obra popular aparecieron en 1605, 1606 y 1616; se publicó un quinto cuarto sin fecha. La sexta parte se publicó en 1635, impresa por Nicholas Okes para el librero Richard Collins.

Los académicos han debatido el alcance de la contribución de Middleton a la Parte 1. [1] El análisis de la obra de David Lake atribuye la mayor parte a Dekker, siendo la contribución de Middleton más fuerte en el Acto I y la primera escena del Acto III, y con aportes esporádicos en otras partes. [2]

El Oxford Dictionary of National Biography informa que, bajo la dirección de Thomas Middleton, la Parte I fue representada al aire libre en el Teatro Fortune por los Hombres del Príncipe Enrique. [3] Este estreno en Londres en 1604 de The Honest Whore, Parte I está verificado en los Anales del Drama Inglés.

Personajes

Sinopsis

Escena 1: Las calles de Milán, una procesión fúnebre
La obra comienza con una procesión fúnebre por la hija del duque de Milán, Infelice. A la procesión asisten el duque y varias personas más. El ex amante de Infelice, Hippolito, entra. Extremadamente molesto, insiste en que Infelice no está realmente muerta y exige ver el cuerpo. Su amigo Matteo lo detiene y trata de calmarlo. La procesión sale, pero el duque, Hippolito y Matteo se quedan. El duque elogia los esfuerzos de Matteo por controlar a Hippolito y sale. Hippolito continúa furioso. Jura que nunca amará a ninguna otra mujer. Matteo se burla del juramento de su amigo y predice que Hippolito se olvidará de Infelice y visitará un burdel en los próximos diez días.

Escena 2: Fuera de la casa de Cándido,
Fustigo acaba de regresar del mar y está totalmente arruinado. Envía a un porteador a buscar a su hermana, Viola, que se ha casado recientemente con Cándido, un rico (y muy paciente) comerciante de telas. Viola entra. Fustigo le ruega que le dé algo de dinero y Viola acepta ayudarlo con la condición de que le haga un servicio a cambio. Le explica que, aunque en general está satisfecha con su matrimonio, su marido, Cándido, es muy ecuánime. Nada puede hacerlo enfadar. Su mayor deseo es ver a su marido enfadarse de forma explosiva. Con este objetivo en mente, le ordena a Fustigo que se haga pasar por un "fanfarrón bocazas" e intente molestar a Cándido robando cosas, besando a Viola, etc. Fustigo acepta seguir adelante con el plan. Viola le recuerda dos veces a Fustigo que debe devolver cualquier objeto que pueda robar durante el transcurso de la artimaña.

Escena 3: Una cámara privada en el castillo del Duque
El Duque ordena a sus sirvientes que cierren todas las puertas y les advierte que no pronuncien ni una palabra de lo que están a punto de ver. Pronto se revela que, como Hippolito había predicho, Infelice no está realmente muerta. Como parte de un plan para romper su romance con Hippolito, el Duque ordenó al Doctor Benedict que le diera a Infelice una droga que creara una apariencia temporal de muerte (al Duque no le gusta Hippolito porque está relacionado con uno de los enemigos del Duque). El Doctor le asegura al Duque que Infelice despertará ilesa momentáneamente. Se retira una cortina, se revela su cuerpo y ella despierta. El Duque le dice que estuvo enferma durante varios días después de que un mensajero anunciara la noticia de la muerte de Hippolito. Infelice se muestra escéptica ante esta historia y acusa a su padre de asesinar a Hippolito. Dejando de lado sus acusaciones, el Duque le dice a Infelice que la enviarán a Bérgamo para llorar y recuperarse en paz. Infelice se va. El Duque desea en voz alta que Hipólito esté realmente muerto. El Doctor le dice que es amigo de Hipólito y que podría envenenarlo con bastante facilidad: el Duque le ordena al Doctor que lo haga.

Escena 4: Fuera de la tienda de Cándido,
Castruccio les cuenta a Fluello y Pioratto que ha ideado un plan que hará que el "monstruosamente paciente" Cándido se enfade. Pioratto dice que haría falta algo más que una simple broma para enfadar al inamovible Cándido. Castruccio ofrece una apuesta de 100 ducados a que su plan funcionará y Pioratto acepta la apuesta.

Escena 5: La tienda de Cándido
Los galanes Castruccio, Fluello y Pioratto entran en la tienda de Cándido. El aprendiz de Cándido, Jorge, les muestra varias prendas y telas, pero ellos rechazan todo lo que consideran inadecuado. Cándido entra y describe pacientemente la calidad de sus productos. Castruccio dice que le gustaría comprar una tela por valor de un penique. Cándido protesta porque un penique es una cantidad absurdamente pequeña. Castruccio finge estar ofendido y amenaza con irse. Cándido acepta darle lo que quiere. Castruccio insiste en que su trozo de tela debe cortarse del medio del rollo, en lugar de de la esquina. Cándido cumple pacientemente la petición de Castruccio. Viola se queja de la estupidez de la paciencia de Cándido. Cándido anima a los galanes a ignorar las quejas de su esposa. Susurrando, Pioratto le dice a Castruccio que ha perdido la apuesta de los 100 ducados. Fluello se maravilla de la increíble paciencia de Cándido. Cándido explica que es una práctica comercial prudente satisfacer las demandas de un cliente, incluso si eso significa asumir una pérdida de vez en cuando. Para demostrar aún más su buena voluntad, Cándido pide un poco de vino y bebe a la salud de los galanes. En lugar de beber, Viola derrama deliberadamente su vino en el suelo. Cándido le ordena a George que vuelva a llenar su vaso. Hablando aparte, Fluello le dice a Castruccio que robará un vaso de vino caro para molestar a Cándido. Los galanes terminan su vino y proponen otro brindis, pero Cándido se niega a tomar un segundo trago. Fluello amenaza con llevarse el vaso de vino si Cándido no bebe. Imperturbable, Cándido le dice que siga adelante y tome el vaso. Los galanes se van, sorprendidos por la paciencia de Cándido. Viola regaña a Cándido por permitir que los galanes roben el vaso caro. Cándido le dice a su esposa que se calme. George ordena a su aprendiz que vaya a buscar al alguacil en silencio, pero le advierte que no haga ninguna acusación porque los "caballeros" probablemente solo estaban bromeando y no quiere meterlos en problemas. Viola continúa quejándose de la ridícula paciencia de Cándido. George vuelve a entrar con Castruccio, Fluello y Pioratto. George le dice a Cándido que el alguacil está esperando afuera de la puerta. Asustados por la presencia del alguacil, los galanes aceptan devolver el vaso. Se sienten aliviados de que Cándido no quiera presentar cargos contra ellos y le preguntan por qué no se enojó por su broma. Cándido responde que ni siquiera la pérdida de millones lo enojaría. Los galanes elogian la infinita paciencia de Cándido y se van.

Escena 6: Habitación de Bellafront, mañana
Bellafront (la "puta honesta" del título) está sentada frente a un espejo mientras se prepara para maquillarse. La ayuda su sirviente, Roger. Los galanes Castruccio, Fluello y Pioratto llaman a la puerta y entran (son clientes habituales). Roger es enviado a comprar vino para los galanes. Matteo entra con Hippolito, que todavía parece bastante triste (Matteo es otro de los clientes habituales de Bellafront). Roger regresa sin vino. Dice que chocó con un portero al regresar y derramó hasta la última gota. Bellafront lo regaña y lo acusa de embolsarse el dinero del vino. Castruccio resuelve el alboroto dándole a Roger más dinero para que salga y compre más vino. Fluello reconoce a Hippolito, que ha estado deambulando abatido en un rincón hasta este momento. Se ofrece a aliviar el dolor de Hippolito preparándole una prostituta. Hippolito está demasiado angustiado para disfrutar. Afirma que tiene asuntos que atender y se marcha. Bellafront se siente intrigada por Hippolito, que le pregunta por la causa de su desánimo. Matteo y los galanes le dicen que está molesto por una mujer, pero se niegan a dar más detalles. Quedan en cenar con Bellafront en una posada llamada "El Antílope" el sábado siguiente. Los galanes y Matteo se van. Hippolito entra momentos después, buscando a Matteo. Bellafront le dice que debería esperar unos minutos porque Matteo volverá pronto (mentira). Hippolito le dice que, si ella fuera su amante, no le permitiría seguir con tantos hombres diferentes. Bellafront suspira con nostalgia y le dice a Hippolito que su sueño es ser fiel a un solo hombre. Hippolito se burla de esta declaración y acusa a Bellafront de mentir para atraerlo hacia su red. Está seguro de que, si se acostara con ella, ella sin duda lo engañaría, al igual que todas las prostitutas siempre engañan a sus clientes. Bellafront jura que es una "puta honesta". Afirmando que nunca podría existir tal cosa, Hippolito se ofrece a "enseñarle" a Bellafront "cómo odiarse" a sí misma. Procede a pronunciar un discurso largo y desagradable sobre la sordidez de la prostitución. Bellafront llora al escuchar sus duras palabras, pero le ruega que continúe. Hippolito continúa un poco más y sale, a pesar de que Bellafront le ruega que se quede. Bellafront agoniza por su amor no correspondido por Hippolito. Se da cuenta de que ha dejado su espada atrás, la agarra y se prepara para apuñalarse, pero se detiene cuando Hippolito vuelve a entrar y la llama "loca". Histérica, le ruega que la ame o la mate. Hippolito le quita su espada y sale sin decir una palabra más.

Escena 7: La tienda de Cándido.
Fingiendo ser un "fanfarrón", Fustigo entra en la tienda de Cándido y reclama a Viola como su "prima" (que es la abreviatura de "prima", pero también era un término del argot para "amante"). Procede a insultar a Cándido ("el estiércol del diablo en tus dientes"). Cándido responde con su característica calma. Fustigo besa a Viola y le arrebata su anillo de bodas. Cándido permanece impasible. Fustigo exige que Cándido le dé algo de tela gratis. En una interesante alusión metateatral , Cándido advierte a Fustigo que no debería comportarse de manera tan escandalosa en un lugar donde tanta gente puede observar sus acciones. George y los aprendices animan a Cándido a golpear a Fustigo con un garrote . Sin mostrar el más mínimo indicio de enojo, Cándido ordena a los aprendices que traigan la tela que Fustigo ha exigido. Los aprendices siguen sus órdenes a regañadientes. Cándido sale para ayudar a otro cliente. George y los aprendices fingen ayudar a Fustigo, pero en secreto le susurran amenazas e insultos al oído. Regañan a Viola por perpetrar una broma tan cruel contra su marido. Viola le dice a Fustigo que siga adelante y tome las telas que quiere. Exasperados, George y los aprendices golpean a Fustigo con palos. Viola pide ayuda. Cándido vuelve a entrar. Golpeado brutalmente, Fustigo expone toda la artimaña y admite que es el hermano de Viola. Cándido le advierte que use la palabra "coz" con mayor cuidado en el futuro y lo envía a un cirujano para que le traten las heridas. Un oficial entra y le dice a Cándido que se espera que se presente en el senado (Cándido es senador). Se espera que todos los senadores usen una túnica larga en el senado. Cándido no puede acceder a su túnica porque está encerrada en un armario. Viola tiene la llave del armario, pero se la oculta a Cándido para fastidiarlo. En lugar de enfadarse con su mujer, Cándido le ordena a George que haga agujeros en un trozo de alfombra para que pueda usarse como poncho. En lugar de su sombrero (los senadores también deben llevar la cabeza cubierta), se pone un gorro de dormir. Advirtiendo a George que se abstenga de reírse de su ridículo atuendo hasta que se haya ido, se dirige al senado. Viola vuelve a entrar con la llave del armario. George le dice que Cándido acaba de irse, vestido como un lunático. Viola se sorprende de que Cándido no se haya enfadado con su truco. Le ordena a George que se vista con la túnica, el sombrero, la cadena del cargo, etc. de Cándido, una "broma" para sorprender a Cándido cuando llegue a casa. George teme que Cándido se enfade por la "broma", pero Viola le obliga a seguirle el juego.

Escena 8: El burdel de la señora Fingerlock
Roger le dice a la señora Fingerlock que Bellafront ha dejado la prostitución. La señora Fingerlock se sorprende y se enoja al escuchar esta noticia. Bellafront entra. La señora Fingerlock le dice que un cliente muy elegante y caballeroso ha llegado a su burdel, una oportunidad de negocio que Bellafront sería una tontería si dejara pasar. Bellafront insulta a Roger y Fingerlock, jura que nunca volverá a la prostitución y se va. Fingerlock y Roger se preocupan por el dinero que perderán con Bellafront fuera del panorama.

Escena 9: Habitación de Bellafront
Bellafront escribe una canción para Hipólito sobre su determinación de dejar la prostitución. Matteo, Castruccio, Fluello y Pioratto entran y la regañan por no presentarse a la cita para cenar que habían organizado en la Escena seis. Bellafront les dice que ha dejado la prostitución y les pide que se vayan. En un discurso que recuerda al de Hipólito en la Escena seis, anima a los galanes a abandonar las prostitutas. Hablando aparte, Matteo adivina que Bellafront solo finge odiar la prostitución para poder deshacerse de las demás y dedicarse exclusivamente a Matteo. Ofendido por las advertencias de Bellafront, Fluello saca su espada. Matteo sale en defensa de Bellafront. Posponiendo cualquier violencia por el momento, acuerdan luchar en algún momento en el futuro cercano. Castruccio, Fluello y Pioratto salen. Matteo felicita a Bellafront por engañar con éxito a los galanes. Bellafront le asegura que está decidida a dejar la prostitución y le pide que se vaya. Matteo se queda estupefacto. Bellafront sigue predicando contra la prostitución y Matteo acaba por marcharse.

Escena 10: Habitación de Hipólito
Hipólito se encierra en su habitación para cumplir su promesa de mantenerse alejado de las mujeres y permanecer fiel a Infelice. Ordena a su sirviente que se asegure de que todas las mujeres se mantengan alejadas de la habitación. El sirviente sale. Hipólito pronuncia un discurso elegíaco mientras contempla un retrato de Infelice. Dejando el retrato a un lado, dirige su atención a una calavera que se encuentra en su escritorio. En un discurso que recuerda a Hamlet , soliloquia sobre lo absurdo de la vida y la inevitabilidad de la muerte. El sirviente entra y le dice a Hipólito que un joven ha venido a hablar con él. Hipólito le dice que haga pasar al visitante. Bellafront entra disfrazada de paje. Cuando se revela, Hipólito la llama demonio y llama a su sirviente. El sirviente está a punto de echar a Bellafront, pero se distrae con un golpe en la puerta. El sirviente sale para abrir la puerta. Bellafront le ruega a Hippolito que la escuche, pero él rechaza sus súplicas. El sirviente vuelve a entrar y le dice a Hippolito que el doctor Benedict lo ha llamado. Hippolito sale para encontrarse con el doctor. Quedándose sola en la habitación, Bellafront hace planes para abandonar la ciudad (Milán) y regresar a la casa de su padre.

Escena 11: Cerca de la tienda de Cándido
Para vengarse de la paliza que recibió a manos de los sirvientes de Cándido, Fustigo paga a los matones Crambo y Poh para que le den una buena paliza al sirviente de Cándido, George. Crambo le dice a Fustigo que espere en una taberna cercana mientras se lleva a cabo la paliza.

Escena 12: La tienda de Cándido
George está vestido con la ropa de Cándido. Viola les ordena a los aprendices que se refieran a George como si fuera su maestro. Cándido entra, todavía vestido con la alfombra y el gorro de dormir. En lugar de enojarse con George y los aprendices, sigue el juego y finge que George es su maestro. Enfurecida por la falta de enojo de Cándido, Viola dice que tiene una idea para un truco que enfadará a Cándido de una vez por todas. Sale. Crambo y Poh entran en la tienda. Crambo confunde a Cándido con George y lo golpea con un garrote. La cabeza de Cándido está sangrando. Los aprendices entran y detienen fácilmente a Crambo y Poh, quienes claman por misericordia. George quiere golpearlos con garrotes, pero Cándido insiste en dejarlos ir con una advertencia. Viola vuelve a entrar con dos oficiales. Les dice a los oficiales que Cándido se ha vuelto loco y los invita a observar su ridículo atuendo como prueba. Los oficiales arrestan a Cándido y lo llevan al Monasterio de Belén (un manicomio en Londres, no en Milán; los dramaturgos parecen haber trasladado el manicomio a Italia).

Escena 13: La casa del Doctor Benedict
El Doctor le dice al Duque que ha envenenado con éxito a Hipólito (una mentira). El Duque recompensa la supuesta traición del Doctor desterrándolo de la corte, una medida tomada para asegurarse de que el Doctor no use sus habilidades de envenenamiento contra el propio Duque algún día. El Duque sale y Hipólito entra. El Doctor revela los detalles de la muerte fingida de Infelice y los planes asesinos del Duque. Hipólito dice que irá a Bérgamo para encontrarse con Infelice inmediatamente. El Doctor le dice que Infelice lo sabe todo y ya ha hecho arreglos para encontrarse con él a la mañana siguiente en el Monasterio de Belén, donde la pareja se casará con un sacerdote llamado Padre Anselmo. Hipólito elogia al Doctor y sale.

Escena 14: Fuera del castillo del Duque
, Viola espera la oportunidad de encontrarse con el Duque. Mientras conversa con George, se revela que Cándido ha sido encarcelado en Bethlem y Viola ahora lamenta su papel en ponerlo allí. Ella espera poder convencer al Duque de que ordene la liberación de Cándido. El Duque entra. Viola explica su situación. El Duque acepta liberar a Cándido, pero antes de que pueda firmar la orden de liberación, Castruccio entra y anuncia el inminente matrimonio de Infelice en Bethlem. El Duque ordena a sus hombres que se disfracen de caballeros del campo y cabalguen hasta Bethlem. Todos salen excepto Fluello. Maldice a Castruccio por traicionar a Hipólito y hace planes para advertir a la pareja de la inminente llegada del Duque.

Escena 15: Monasterio de Bethlem
El padre Anselmo les dice a Hippolito e Infelice que realizará la ceremonia nupcial al atardecer. Fluello llega y advierte a la pareja de la inminente llegada del Duque, por lo que el padre Anselmo acepta realizar la ceremonia nupcial de inmediato. Hippolito, Infelice, Matteo y el padre Anselmo salen. El Duque entra con Castruccio, Pioratto, Sinzei y otros, todos disfrazados de caballeros del campo. Todavía es de mañana y el Duque piensa que la ceremonia nupcial no tendrá lugar hasta la tarde. Fluello sugiere que pasen las horas intermedias observando a los pacientes mentales de Bethlem. El padre Anselmo entra y Castruccio le pregunta si la compañía del Duque puede ver a algunos de los lunáticos. El padre Anselmo acepta presentarles a algunos pacientes, pero les pide que entreguen sus armas primero para evitar posibles conflictos con pacientes malhumorados. El Duque y sus hombres se desarman. Un sirviente sale con sus armas. El padre Anselmo presenta al "Primer Loco", un anciano envuelto en una red que imagina que se está ahogando en el mar. El Primer Loco comienza balbuceando ingeniosas absurdeces, pero finalmente se enfada y un sirviente lo escolta fuera del escenario. A continuación, el padre Anselmo presenta al "Segundo Loco", un marido que se volvió loco de celos por su bella esposa, y al "Tercer Loco", un amante que se volvió loco tras la muerte de su novia. El Segundo y el Tercer Loco se pelean absurdamente por loros, dragones, gachas, etc. El Segundo Loco finge disparar al Tercer Loco. El Tercer Loco grita horrorizado porque cree que está realmente muerto. El padre Anselmo amenaza con azotar a los locos y ordena a un sirviente que se los lleve. La siguiente paciente que se presenta es Bellafront, que ha venido al manicomio en lugar de regresar a la casa de su padre. Los galanes fingen no reconocerla. Bellafront llama a los galanes "asnos" y los reprende por su libertinaje. Hipólito, Matteo e Infelice entran, todos disfrazados de frailes. Bellafront insiste en leerles el futuro a los "frailes" y termina revelando sus verdaderas identidades. El Duque ordena a sus hombres que saquen sus armas, pero las armas no aparecen por ningún lado. Hipólito le dice al Duque que él e Infelice ya están casados. A instancias del Padre Anselmo, el Duque acepta darle la bienvenida a Hipólito como su nuevo yerno. Agradece a Bellafront por su papel en ayudar a llevar el asunto a una feliz conclusión. Bellafront identifica a Matteo como el "villano" que le robó su virginidad. El Duque ordena a Matteo que se case con Bellafront. Matteo está desconcertado ante la idea de casarse con una prostituta, pero finalmente acepta la unión. Viola entra con George. Piden ver a Candido. El Padre Anselmo sale por un momento y regresa con Candido. En una breve entrevista, Cándido demuestra que no está loco. El Duque acepta liberarlo.

Parte 2

Producción

Página de título de la primera edición publicada de La puta honesta, segunda parte .

La segunda parte fue escrita probablemente en 1605 o 1606, y se ingresó en el Stationers' Register el 29 de abril de 1608. Sin embargo, la segunda parte no se publicó hasta 1630, en un cuarto impreso por Elizabeth Allde [4] para el librero Nathaniel Butter .

Resumen

En esta segunda parte, Hipólito siente una intensa lujuria por Bellafront, cuyo marido ha vuelto (y tal vez no sea sorprendente) a la vida de holgazán. Sin embargo, a pesar de su extrema necesidad, Bellafront se niega a renunciar a su nueva virtud. Todo acaba bien gracias a las maquinaciones paralelas de la esposa de Hipólito y el padre de Bellafront.

Uso posterior

William Dunlap tomó prestado sustancialmente de esta obra cuando escribió El padre italiano , que se representó por primera vez en Nueva York en 1799. Aunque Dunlap inicialmente no atribuyó la obra a Dekker, más tarde admitió que Dekker "aportó muchos de los mejores pasajes de este drama". [5]

La obra de teatro The Deformed de 1830 de Richard Penn Smith se basa tanto en The Honest Whore como en la adaptación de Dunlap. [6]

Notas

  1. ^ Randee y Claire, págs. 11-12, 25-6. [ cita completa necesaria ]
  2. ^ Lago, págs. 44–65.
  3. ^ Gary Taylor, 'Middleton, Thomas', edición en línea, mayo de 2008. [ cita completa requerida ]
  4. ^ Elizabeth Allde era la viuda de Edward Allde (fallecido en 1628), el impresor de Satiromastix de Dekker y otras obras de teatro.
  5. ^ Hoy, Cyrus. Introducciones, notas y comentarios a los textos de 'Las obras dramáticas de Thomas Dekker', vol. II, págs. 74-75 (1979)
  6. ^ Quinn, Arthur Hobson, ed. La literatura del pueblo estadounidense: un estudio histórico y crítico, pág. 470 (1951)

Referencias

Enlaces externos