Cada capa sigue una orientación perpendicular a la capa anterior, de tal manera que se consigue un material con un comportamiento homogéneo ante las dilataciones o los esfuerzos en distintas direcciones.[2] También es posible incorporar aditivos para mejorar las prestaciones del tablero, bien sea para incrementar la resistencia al fuego, a la humedad o al ataque de insectos.Según los tratamientos y aditivos a los que se sometan, los tableros de virutas orientadas se clasifican en cuatro grupos:[2] Los OSB se utilizan tanto en revestimientos finales y mobiliario (debido a su aspecto agradable a la vista), como en estructura.Un material muy parecido al OSB es el tablero de virutas (denominado Waferboard en inglés), que, a diferencia del OSB, emplea virutas más pequeñas y no orientadas.Por concepto y propiedades, es un material que se asemeja más a los tableros de partículas que a los contrachapados, y no se usa con fines estructurales.
Tablero de virutas orientadas antes del proceso de prensado.