El factor de choque es una cifra de mérito comúnmente utilizada para estimar la cantidad de choque experimentado por un objetivo naval a partir de una explosión submarina en función del peso de la carga explosiva, el alcance inclinado y el ángulo de depresión (entre el buque y la carga). [1]
El escenario de aplicación de la Ecuación 1 se ilustra en la Figura 1.
El resultado numérico obtenido al calcular el factor de choque no tiene significado físico, pero proporciona un valor que puede utilizarse para estimar el efecto de una explosión submarina sobre un buque. La Tabla 1 describe el efecto de una explosión sobre un buque para una variedad de factores de choque. [2]
La idea detrás del factor de choque es que una explosión cerca de un barco genera una onda expansiva que puede generar movimientos verticales repentinos en el casco y los sistemas internos del barco. Muchos de los sistemas mecánicos internos (por ejemplo, el acoplamiento del motor a la hélice) requieren una alineación precisa para funcionar. Estas vibraciones alteran estas alineaciones críticas y hacen que estos sistemas dejen de funcionar. Las vibraciones también pueden destruir los componentes eléctricos y de iluminación, como los relés.
La explosión también genera una burbuja de gas que sufre ciclos de expansión y contracción. Estos ciclos pueden introducir vibraciones violentas en el casco, generando daños estructurales, incluso hasta el punto de romper la quilla del barco . De hecho, este es un objetivo de muchos sistemas de armas submarinas. [3] Se ha demostrado mediante análisis empíricos y teóricos que la magnitud de los efectos de una explosión está relacionada con el tamaño de la carga explosiva, la distancia de la carga al objetivo y la relación angular del casco con la onda de choque. [4]