Un sistema de calefacción es un mecanismo que mantiene la temperatura a un nivel aceptable mediante el uso de energía térmica en una casa, oficina u otra vivienda. Por lo general, estos sistemas son una parte fundamental de un sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado ( HVAC ). Un sistema de calefacción se puede clasificar en sistema de calefacción central o sistema distribuido, según su diseño y método de distribución del calor.
Sistemas de calefacción central : estos sistemas producen calor en una ubicación central y lo distribuyen por todo el edificio. Esta categoría incluye hornos, calderas y bombas de calor. [1] [2]
Sistemas de calefacción distribuida : estos sistemas generan calor en el espacio que se pretende calentar, sin necesidad de grandes sistemas de conductos. Algunos ejemplos son los calentadores eléctricos, las chimeneas y la calefacción solar. [3]
Bombas de calor : Se pueden utilizar para calentar y enfriar, transfiriendo calor mediante refrigerante y electricidad, lo que las hace más eficientes que otros sistemas de calefacción. [4]
La eficiencia de un sistema de calefacción se mide normalmente por su índice AFUE (eficiencia anual de utilización del combustible). Los índices AFUE más altos indican que el horno es más eficiente. [5] Los impactos ambientales son una preocupación en el caso de los sistemas de calefacción, especialmente los que queman combustibles fósiles. Se fomenta el uso de fuentes de energía sostenibles y sistemas energéticamente eficientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los avances en tecnología de calefacción se centran en aumentar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental. [6] Las tendencias incluyen la integración de tecnología de hogares inteligentes para un mejor control del sistema y el uso de fuentes de energía renovables como la calefacción geotérmica.