Estos tipos son archivados en instituciones específicas (museos, laboratorios moleculares, universidades, jardines zoológicos, jardines botánicos, herbarios, etc.) una por cada país, siendo que en algunos casos a una misma institución se le asigna el contener los tipos de más de un país, en los casos en que algunas naciones no cuenten con la tecnología o los recursos económicos para hacerlo.Debía ser corta y lograr un porcentaje elevado de secuencias únicas.[3] Para el caso de las plantas el empleo del CO1 no ha resultado eficaz ya que éstas poseen en esa región niveles bajos de variabilidad, a lo que se le suma las dificultades que se producen por los frecuentes efectos de poliploidía, introgresión y la hibridación, por lo que el genoma del cloroplasto parece más adecuado.Los investigadores ya han desarrollado catálogos específicos para grandes grupos animales, como las abejas (Bee-BOL), las aves (All Birds Barcoding Initiative), mamíferos (The Mammal BOL) o peces (Fish-BOL).Relacionada con esta forma es la de codificar toda la ictiofauna de una cuenca hidrográfica, por ejemplo la que se comenzó a desarrollar en la del río São Francisco, en el nordeste del Brasil.