Detuvieron un convoy alemán que se retiraba y a bordo del quinto camión repararon en un hombre que intentaba ocultarse en un rincón, bajo un casco y un capote de soldado.
"Salté al camión", explicó más tarde el partisano Bill, y le dije: "En nombre del pueblo italiano, queda detenido".
[2] Tras la guerra, Bill volvió a ser Urbano Lazzaro, ingresó en una empresa eléctrica pública y viajó por todo el mundo.
Nunca se probó que existiera tal tesoro, pero la sospecha no llegó a desvanecerse.
La versión oficial es que Walter Audisio fue quien apretó el gatillo de la metralleta y acabó con los dos prisioneros.