Twitter y gas lacrimógeno: el poder y la fragilidad de la protesta en red es un libro de no ficción de 2017 escrito por Zeynep Tufekci sobre la protesta en la era de Internet , las redes sociales y los medios sociales . Tufekci describe Internet como un nuevo tipo de esfera pública digital y compara los movimientos de protesta a lo largo de la historia con los movimientos modernos que utilizaron Internet. El libro está disponible gratuitamente bajo una licencia Creative Commons .
Tufekci subraya en todo momento que los espacios en línea y las redes sociales son una esfera pública importante y no simplemente extensiones virtuales de la vida de las personas. Afirma que los movimientos anteriores y posteriores a Internet no pueden juzgarse con los mismos criterios. Internet ha dado a los manifestantes el poder de reunirse y crecer rápidamente: la Marcha sobre Washington de 1963 atrajo a cientos de miles de personas y fue el resultado de muchos meses de planificación en un esfuerzo de varios años, mientras que multitudes masivas durante la revolución egipcia de 2011 se reunieron en la plaza Tahrir en unos pocos días. Tufekci describe la "capacidad" de un movimiento y su "señal". La capacidad es su capacidad para (por ejemplo) dirigir una narrativa, alterar el statu quo o efectuar cambios legislativos o estructurales. Las protestas son una "señal" de tales capacidades. El movimiento por los derechos civiles creó tales capacidades y logró un cambio significativo, mientras que protestas como Occupy Wall Street reunieron grandes multitudes pero fracasaron. Describe la "congelación táctica", en la que los movimientos son incapaces de responder a las inevitables contramedidas del gobierno. Los gobiernos también pueden emplear métodos de censura, como manipular la atención inundando las redes sociales con información irrelevante o engañosa, como en el caso del Ejército de los 50 Centavos de China , o empujando a los activistas hacia la autocensura a través del acoso en línea .
Twitter and Tear Gas fue nombrado como una de las 50 obras notables de no ficción por The Washington Post . [1] Una reseña del periódico elogió el libro por su visión transformadora del papel de la tecnología digital en las causas activistas. [2] Otra reseña describió el libro como una documentación esencial de cómo las redes sociales juegan un papel en las protestas. [3]